Errores comunes en la especificación de unidades de aire fresco en climas húmedos
La introducción de aire fresco en edificios no es solo una recomendación técnica: es una exigencia para la salud y el bienestar de los ocupantes. Diversas normativas internacionales, como ASHRAE, la OMS y múltiples entidades locales, exigen ventilación adecuada en todas las áreas ocupadas: oficinas, habitaciones de hotel, cocinas, salones de eventos, gimnasios y cualquier espacio cerrado donde haya personas por tiempo prolongado.
En climas cálidos y húmedos —como los de muchas regiones del Caribe y Latinoamérica— la correcta especificación de las unidades dedicadas de aire fresco (DOAS, por sus siglas en inglés) es clave. Sin embargo, aún se cometen errores que afectan el confort, aumentan el consumo energético y reducen la vida útil de los equipos. Aquí los más comunes:
1. Usar condiciones climáticas de diseño incorrectas
El error más frecuente es seleccionar las unidades usando condiciones de enfriamiento general, en lugar de las condiciones de deshumidificación recomendadas por ASHRAE (ASHRAE Handbook – Fundamentals, capítulo de “Climatic Design Information”).
En lugares como Cancún, Barranquilla o Punta Mita, la carga latente (humedad) supera por mucho a la carga sensible. Unidades mal seleccionadas no logran controlar la humedad interior, generando olores, moho, daños en acabados y quejas de los usuarios.
Además, el pico de punto de rocío no coincide necesariamente con la hora más calurosa del día. Durante la madrugada, el aire puede estar más saturado, con un punto de rocío más alto, aunque la temperatura de bulbo seco sea menor.
Recomendación: Usar las condiciones más críticas de humedad del sitio (consultar tablas de “dehumidification design conditions”) y, si aplica, validarlas con CIBSE, EN 16798 o WELL Building Standard.
2. No incluir recalentamiento o dimensionarlo mal
Muchos diseños omiten o subdimensionan el sistema de recalentamiento. Las DOAS enfrían el aire por debajo del punto de rocío (12–14 °C) para deshumidificar, pero ese aire frío debe recalentarse antes de entrar al espacio.
Sin recalentamiento, el aire fresco deshumidificado sobreenfriará el espacio, provocando condensación visible en rejillas, difusores y ventanas de vidrio. Esto genera molestias térmico en los huéspedes, posibles daños a materiales y acabados, fallos en sistemas electrónicos sensibles y, con el tiempo, puede contribuir a la aparición de olores por humedad en el ambiente.
Afirmar que no se requiere recalentamiento para el aire deshumidificado refleja una mala interpretación de la Sección 6.5.2.6 de ASHRAE 90.1 y un desconocimiento de que en las zonas de alta humedad (1A, 2A, 3A, 4A) el recalentamiento está justificado. Ignorar esta necesidad pasa por alto el comportamiento del punto de rocío en climas húmedos y expone a las habitaciones a condensación, incomodidad para los ocupantes y daños en acabados y sistemas del edificio.
Recomendación: Evitar resistencias eléctricas por su alto consumo. Usar fuentes de calor recuperado: hot gas reheat y compresores de velocidad variable en sistemas DX, wrap-around heat pipe en sistemas de agua helada, o recuperación de calor del condensador. Evitar tecnologías no aptas para climas tropicales como:
- Sistemas ERV/HRV (no remueven humedad).
- Ruedas de entalpía como sustituto de recalentamiento.
- Ruedas desecantes (complejas y costosas para confort).
3. No desacoplar la carga latente de las unidades interiores
El DOAS debe manejar el 100 % de la carga latente. Si solo trata parte de la humedad, las unidades interiores (fan coils, VRF, etc.) asumen el resto, lo cual es ineficiente.
En sistemas DX, las unidades interiores no están optimizadas para deshumidificar. Operan a temperaturas de evaporación muy bajas, con menor eficiencia, mayor consumo energético y pobre control de humedad.
En sistemas de agua helada es más fácil desacoplar la carga sensible y latente usando serpentines separados y controlando la temperatura del agua.
Recomendación: Asegurar que el DOAS entregue aire con un punto de rocío más bajo que el deseado en el espacio (ej. < 12.9 °C si se busca 24 °C a 50 % HR), lo cual permite que las unidades interiores se dediquen solo a la carga sensible.
4. Temperatura del agua del chiller por encima del punto de rocío
Muchas plantas de agua helada operan a 6.7 °C (suministro) y 12.2 °C (retorno), pero eso no es suficiente si se requiere deshumidificar.
Si el punto de rocío deseado es 12.9 °C pero el retorno del chiller es mayor, las serpentinas no alcanzan temperatura de superficie baja suficiente para condensar la humedad.
Recomendación: Evaluar operar las DOAS con temperaturas de agua más bajas. Si es necesario, usar un lazo separado o válvulas mezcladoras para proteger otras unidades del sistema.
5. Falta de coordinación entre arquitectura e instalaciones
En muchos proyectos, los ductos de aire fresco no llegan a su destino porque no se consideraron en la arquitectura. Esto lleva a soluciones improvisadas: ductos expuestos, recortes de plafones, habitaciones sin ventilación adecuada.
Recomendación: Coordinar desde etapas tempranas la integración del sistema DOAS con arquitectura, diseño interior y estructura.
Conclusión
Las DOAS son esenciales para el confort, la salud y la eficiencia en climas húmedos. Su correcta especificación debe considerar:
- Condiciones de deshumidificación.
- Recalentamiento adecuado.
- Desacoplamiento de cargas.
- Coordinación temprana con arquitectura.
Esto evita errores costosos en operación y mantenimiento.
Referencias
- ASHRAE Handbook – Fundamentals (Capítulo: Climatic Design Information)
- ASHRAE Standard 62.1 – Ventilation for Acceptable Indoor Air Quality
- ASHRAE Standard 90.1 – Energy Requirements
- ASHRAE Technical Feature: Wrap-Around Heat Pipe in Humid Climates
- CIBSE Guide A – Environmental Design
- EN 16798-1:2019 – Indoor environmental input parameters…
- LEED v4.1 BD+C – Indoor Environmental Quality Credits
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